¿ES REALMENTE VERÍDICA LA BIBLIA?

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En oración a Dios, Jesucristo dijo: “Tu palabra es la verdad.” (Juan 17:17) Pero, ¿apoyan esta declaración los hechos? Cuando examinamos con cuidado la Biblia, ¿hallamos que sea realmente la verdad? Estudiantes de historia que han estudiado la Biblia suelen quedar sorprendidos por su exactitud. La Biblia contiene nombres y detalles específicos que pueden ser confirmados. Considere algunos ejemplos.

Mire los dibujos y lo que está escrito en la pared de un templo de Karnak, Egipto. Aquí se narra la victoria que logró hace casi 3.000 años el faraón Sisac sobre el reino de Judá, durante la gobernación de Roboam, hijo de Salomón. La Biblia narra el mismo acontecimiento.—1 Reyes 14:25, 26.

Mire también la Estela Moabita, o Estela de Mesa. El original se puede ver en el Museo del Louvre, en París, Francia. Lo escrito menciona la rebelión del rey Mesa de Moab contra Israel. La Biblia también informa sobre este acontecimiento.—2 Reyes 1:1; 3:4-27.

En la extrema derecha se ve la Piscina de Siloé, o Estanque de Siloam, y la entrada de un túnel para agua que mide 533 metros de largo, en Jerusalén. Muchas personas que en nuestro tiempo han visitado a Jerusalén han caminado por este túnel. La existencia de este túnel es prueba adicional de que la Biblia es verídica. ¿Cómo? Porque la Biblia explica que el rey Ezequías mandó construir este túnel hace más de 2.500 años para proteger de un ejército invasor su abastecimiento de agua.—2 Reyes 20:20; 2 Crónicas 32:2-4, 30.

En el Museo Británico un visitante puede ver la Crónica de Nabonides, un duplicado de la cual se ve a la derecha. En ella hay una descripción de la caída de la antigua Babilonia, como la que da la Biblia misma. (Daniel 5:30, 31) Pero la Biblia dice que Belsasar era entonces rey de Babilonia. Sin embargo, la Crónica de Nabonides ni siquiera menciona a Belsasar. De hecho, hubo un tiempo en que todos los escritos antiguos conocidos decían que Nabonides era el último rey de Babilonia. Por eso, algunos de los que dicen que la Biblia no es verídica alegaban que Belsasar nunca había existido y que la Biblia estaba equivocada. ¡Pero en los últimos años se han hallado escritos antiguos que han identificado a Belsasar como hijo de Nabonides y corregente de su padre en Babilonia en aquel tiempo! Sí, la Biblia realmente es verdadera, como lo prueban muchísimos ejemplos.

Sin embargo, la Biblia no solo contiene historia verdadera. Todo lo que dice es verdad. Hasta cuando trata asuntos de ciencia, es maravillosamente exacta. Para dar solo dos ejemplos: En tiempos antiguos se creía comúnmente que la Tierra tenía algún apoyo visible, que descansaba sobre algo, como sobre algún gigante. Sin embargo, en perfecta conformidad con la evidencia científica, la Biblia informa que Dios está “colgando la tierra sobre nada.” (Job 26:7) Y en vez de afirmar que la Tierra sea plana, como muchos creían en el pasado, la Biblia dice que Dios “mora por encima del círculo de la tierra.”—Isaías 40:22.

Pero la mayor prueba de que la Biblia realmente viene de Dios es su registro perfecto de predecir el futuro. Ningún libro hecho por hombres puede informar con exactitud la historia antes de que ésta suceda; pero la Biblia hace eso. Está llena de profecías exactas, sí, de historia verdaderamente escrita de antemano. Algunas de las más notables de éstas tienen que ver con la venida del Hijo de Dios a la Tierra. Las Escrituras Hebreas predijeron con exactitud, con centenares de años de anticipación, que este Salvador Prometido nacería en Belén, que nacería de una virgen, que sería traicionado por 30 piezas de plata, que sería contado con los pecadores, que ningún hueso de su cuerpo sería quebrantado, que se echarían suertes por sus prendas de vestir, y muchísimos otros detalles.—Miqueas 5:2; Mateo 2:3-9; Isaías 7:14; Mateo 1:22, 23; Zacarías 11:12, 13; Mateo 27:3-5; Isaías 53:12; Lucas 22:37, 52; 23:32, 33; Salmo 34:20; Juan 19:36; Salmo 22:18; Mateo 27:35.

La Biblia también predice que este mundo como lo conocemos pronto terminará y un nuevo mundo lo reemplazará. (Mateo 24:3-14; 2 Pedro 3:7, 13) ¿Podemos confiar en esas profecías que todavía están por cumplirse? Pues bien, si alguien le dijera a usted la verdad cien veces, ¿dudaría usted repentinamente de esa persona cuando le dijera algo nuevo? Si usted nunca hubiera visto que esa persona se hubiera equivocado, ¿empezaría usted ahora a dudar de ella? ¡Qué irrazonable sería eso! De la misma manera, no tenemos razón alguna para dudar nada de lo que Dios promete en la Biblia. ¡Podemos confiar en su Palabra! (Tito 1:2) Al continuar estudiando la Biblia, usted, también, llegará a estar cada vez más convencido por los hechos de que la Biblia verdaderamente ha venido de Dios.

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