JOVEN CRISTIANO CAP.3 ¿Por qué no me dan más libertad?

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“Quisiera que mis padres me dejaran hacer más cosas por mi cuenta.” (Sara, de 18 años)

“Cada vez que mis padres no me dejan salir con un grupo de amigos, les pregunto por qué no confían en mí. Casi siempre responden: ‘Confiamos en ti, pero no en tus amigos’.” (Cristina, de 18 años)

¿A TI te pasa lo mismo? Al igual que Sara y Cristina, ¿quieres que tus padres te den más libertad? Pues para eso es fundamental que te ganes su confianza. Verás, la confianza se asemeja mucho al dinero: es difícil de ganar, fácil de perder y parece que nunca es suficiente. Liliana, de 16 años, dice: “Mis padres me bombardean con preguntas siempre que quiero salir. Que adónde voy, con quién, qué voy a hacer, a qué hora regreso... Aunque sean mis padres, me da mucha rabia que me interroguen de esa manera”.

Pero ¿cómo puedes conseguir que confíen en ti y te den más libertad? Antes de responder esta pregunta, analicemos por qué este es un tema tan candente en las familias.

                                       Madurar no es tan sencillo

La Biblia explica que “el hombre dejará a su padre y a su madre” (Génesis 2:24). Y aunque se menciona al hombre, lo mismo puede decirse de la mujer. El caso es que, antes de abandonar la casa de tus padres y tal vez formar tu propia familia, tienes que prepararte para la vida adulta. Y esa es precisamente una de las funciones de la adolescencia.

Claro, no te conviertes automáticamente en adulto por cumplir cierta edad. No es como si cruzaras una “puerta” que te pasara de golpe a la vida adulta. Es más parecido a subir una escalera, escalón por escalón, durante la adolescencia. Además, es probable que tú no te veas en el mismo escalón en el que te ven tus padres. Eso es lo que les pasa a María y sus padres, quienes no confían en que ella sepa elegir bien a sus amistades. “Tengo 20 años, y todavía seguimos discutiendo por lo mismo —se queja—. Mis padres creen que si las cosas se ponen mal, no voy a saber qué hacer. Les he dicho que ya he sabido manejarme en situaciones así, pero no sirve de nada.”

Como puedes ver, el tema de la confianza constituye una fuente de gran tensión entre padres e hijos. ¿Ocurre eso en tu familia? En tal caso, querrás saber qué hacer para que tus padres confíen en ti o para recuperar su confianza si ya la has perdido.

                                              Para que confíen en ti

En el siglo primero, el apóstol Pablo hizo esta interesante recomendación a los cristianos: “Sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son” (2 Corintios 13:5). Aunque Pablo no se estaba dirigiendo a los adolescentes en particular, sus palabras pueden servirte. Cuanto más confiable demuestres ser, más libertad se te dará. Eso no quiere decir que tengas que ser perfecto, ya que todos cometemos errores (Eclesiastés 7:20). Pero pregúntate: “¿Les estoy dando motivos a mis padres para desconfiar de mí?”.

Por ejemplo, Pablo dijo: “Deseamos comportarnos honradamente en todas las cosas” (Hebreos 13:18). Y tú, ¿dices siempre la verdad cuando tus padres te preguntan adónde vas o qué estás haciendo? Tras hacerse un autoexamen sincero, algunos jóvenes se han dado cuenta de que tenían que mejorar en este aspecto. Fíjate en lo que comentan las siguientes chicas, y luego contesta las preguntas.

Laura: “Hace un tiempo empecé a mandarle correos electrónicos a escondidas a un chico que me gustaba. Cuando mis padres se enteraron, me prohibieron hacerlo. Y aunque prometí no volver a escribirle, no cumplí mi palabra. Durante un año se repitió la misma historia. Cada vez que mis padres me descubrían, yo pedía perdón y prometía obedecerles, pero luego hacía lo que quería. Al final dejaron de confiar en mí”.

¿Por qué piensas que Laura perdió la confianza de sus padres? .....

Si Laura fuera tu hija, ¿qué habrías hecho? Explica por qué. .....

La primera vez que sus padres le prohibieron escribirse con el chico, ¿qué debió haber hecho Laura para demostrarles que era confiable? .....

Beatriz: “Mis padres no me tenían ninguna confianza en lo relacionado con chicos, y ahora veo por qué. Solía coquetear con un par de muchachos que eran dos años mayores que yo. Pasaba horas hablando con ellos por teléfono, y en las fiestas prácticamente no hablaba con nadie más. Mis padres me quitaron el teléfono por un mes y no me dejaban ir a los lugares donde pudiera encontrarlos”.

Si Beatriz fuera tu hija, ¿qué habrías hecho? Explica por qué. .....

¿Te parece que las medidas que tomaron sus padres fueron exageradas? Explica por qué. .....

¿Cómo podría recuperar ella la confianza de sus padres? .....

                                           Para recuperar su confianza

¿Y qué pasa si, al igual que las jóvenes antes citadas, tú también has perdido la confianza de tus padres? No te desanimes: todavía puedes recuperarla. ¿Quieres saber cómo?

Demostrándoles que eres responsable. Esta es la única manera de conseguir que confíen en ti y te den más libertad. Una muchacha llamada Ana comprobó que así es. “Cuando eres más joven —señala—, no te parece tan importante ganarte la confianza de tus padres. Pero con el tiempo te vuelves más responsable y tratas de no hacer nada que ponga en peligro esa confianza.” Así pues, en vez de quejarte, esfuérzate por ganarte la reputación de ser confiable y verás que consigues más libertad.

Hagamos una prueba. Piensa en la reputación que tienes en los siguientes campos y marca  (•) aquellos en los que debas mejorar:

□ Respetar la hora de llegada
□ Cumplir lo que prometes
□ Ser puntual
□ Saber administrar el dinero
□ Ayudar con las tareas de la casa
□ Levantarte sin que tengan que sacarte de la cama
□ Mantener limpio tu cuarto
□ Decir siempre la verdad
□ Usar el teléfono y la computadora con moderación
□ Reconocer tus errores y disculparte
□ Otro .....

¿Por qué no te propones demostrar que puedes ser confiable en los campos que marcaste? A continuación te damos algunos consejos bíblicos que te ayudarán: “Deben desechar la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior” (Efesios 4:22). “Que su Sí signifique Sí.” (Santiago 5:12.) “Hable [la] verdad cada uno de ustedes con su prójimo.” (Efesios 4:25.) “Sean obedientes a sus padres en todo.” (Colosenses 3:20.) Ponlos en práctica y verás que, con el tiempo, todos —en especial tus padres— notarán cuánto has mejorado (1 Timoteo 4:15).

¿Y si sientes que, a pesar de tus esfuerzos, tus padres no te dan la libertad que mereces? Habla con ellos. Pero no les exijas que confíen en ti. Más bien, pregúntales con respeto cómo podrías ganarte su confianza. Explícales también qué piensas hacer para lograrlo.

No esperes que hagan concesiones inmediatamente. Sin duda, antes querrán asegurarse de que vas a cumplir tu palabra. Aprovecha cada oportunidad que surja para mostrarles que pueden confiar en ti, y poco a poco te irán dando más libertad. Así le pasó a Beatriz, a quien mencionamos antes. “Es más difícil ganarte la confianza de tus padres cuando ya la has perdido”, admite. Pero luego añade: “Yo lo estoy consiguiendo, y eso me hace sentir muy bien”.

EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO
Tal vez sientas que tu mundo se viene abajo con el divorcio de tus padres. ¿Quieres saber cómo mantener el equilibrio?

Texto bíblico clave
“No usen su libertad como excusa para hacer el mal.” (1 Pedro 2:16, La Palabra de Dios para Todos)

Una sugerencia
No compares la libertad que tienes con la que tienen tus hermanos mayores. Compárala con la que tú tenías antes.

¿Sabías esto?
Mucha libertad no significa mucho amor. También puede ser señal de falta de interés.

¡Manos a la obra!
Tengo que ser más confiable en estos aspectos: .....

Para recuperar la confianza de mis padres, voy a hacer esto: .....

¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? .....

Y tú, ¿qué piensas?
● ¿Qué razones pueden tener tus padres para no darte más libertad pese a tus esfuerzos por ganarte su confianza?

● ¿Cómo crees que influye la comunicación que tienes con tus padres en la libertad que te dan?

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