Prepare a su hija para la primera menstruación 4

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Cómo abordar el tema

Al aproximarse al inicio de la menstruación, las niñas suelen sentir curiosidad sobre lo que les espera. Seguramente han oído comentarios de sus compañeras de clase al respecto. A muchas les surgen preguntas, pero no encuentran la manera de plantearlas. Puede que les dé vergüenza hablar del tema.

Lo mismo les sucede a los padres. Aunque las madres son las que normalmente informan a las hijas sobre la menstruación, es común que no se sientan preparadas para ello y que les resulte embarazoso hacerlo. Quizás sea este su caso. Así pues, ¿cómo puede iniciar una conversación con su hija sobre la menstruación?

Las niñas que aún no han tenido su primera regla probablemente capten mejor las ideas si se les ofrecen datos sencillos y concretos, como la frecuencia y duración de los períodos o la cantidad de sangre que se pierde. Por lo tanto, en las primeras etapas de la educación menstrual, tal vez convenga centrarse en cómo resolver de forma práctica los problemas más inmediatos provocados por la menstruación. A lo mejor tiene que contestar, además, preguntas del tipo “¿Qué sentiré?” o “¿Qué me sucederá?”.

Más adelante puede aclararle los aspectos biológicos de la menstruación. En las bibliotecas o librerías seguramente encontrará obras de consulta que le ayudarán a explicar tales aspectos; también puede obtenerlas de los profesionales de la salud. Algunas muchachas tal vez prefieran leer solas la información, mientras que otras se sentirán cómodas si la leen con usted.

Escoja un lugar tranquilo para iniciar la conversación con su hija. Comience hablándole en términos sencillos del desarrollo físico. Quizás pueda decirle: “Dentro de poco te va a suceder algo muy normal que les sucede a todas las niñas. ¿Sabes qué es?”. También puede empezar con un comentario personal como: “Cuando yo tenía tu edad, me preguntaba qué se siente cuando te viene el período. Mis amigas y yo hablábamos de eso en la escuela. ¿Hablan tus amigas de ese asunto?”. Averigüe lo que ya sabe de la menstruación y aclárele cualquier idea errónea. No se sorprenda si es usted la que tiene que decir casi todo, si no todo, en las conversaciones iniciales.

Como usted seguramente tuvo sus temores y preocupaciones respecto al inicio de la menstruación, puede basarse en su propia experiencia para hablar con su hija. ¿Qué necesitaba usted saber sobre el tema? ¿Qué deseaba saber? ¿Qué información le fue útil? Trate de presentarle un cuadro equilibrado de los aspectos positivos y negativos de la menstruación. Permita que le haga todas las preguntas que quiera.

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