Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse (Pro. 22:3).

ad+1


Pensemos en tentaciones que quizás se nos hayan presentado. Para evitar estos peligros, lo mejor es meditar de antemano en las consecuencias: un paso en falso podría dar lugar a otro y llevarnos a cometer un pecado grave (Sant. 1:14, 15). Debemos pensar también en el dolor que les causaremos a Jehová, a la congregación y a nuestra familia si actuamos deslealmente. Por el contrario, si respetamos los principios divinos, disfrutaremos de una conciencia tranquila (Sal. 119:37). Siempre que nos enfrentemos con una situación peligrosa, pidámosle a Dios fuerzas para resistir. Satanás busca el momento más oportuno para ponernos a prueba y nos ataca cuando nos ve más débiles. Es vital que nos mantengamos siempre espiritualmente fuertes. Cuando nos invade el cansancio o el desánimo, es más necesario que nunca rogarle a Jehová que nos proteja y nos dé su espíritu (2 Cor. 12:8-10).

0 comentarios: